Solo el sol que no discrimina
alienta por la ventana de una
casa abandonada al niño mendigo.
Tiene las plantas de los piés
encallecidos con polvo adherido
de mil calles.
Hay camarones renegrídos
en el suelo, el niño parece
meditar para sus adéntros,
si vale la pena salir o echarse
otro sueño que le proteja de
una realidad sin afectos y
sin juegos, a sus piés
vemos una manzana descolorida,
y el único recuerdo que le trae
vida a este niño murillésco es un
cántaro de barro oscuro y húmedo
de aquella ciudad de luces y sombras
que era Sevilla.
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 6 de octubre de 2017 a las 14:16
- Comentario del autor sobre el poema: Para mi fue una sorpresa verme de pronto solo ante este cuadro de Murillo, estaba en el Louvre en aquella sala dedicada a la pintura barroca española, pero como era en Invierno en Paris no había tantos visitantes, pero os aseguro que estas experiencias, es mejor disfrutarlas solo.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 67
Comentarios2
Argantonio, jamas penso Murillo, que a traves de tu pincel, existiria comoverdora su pintura, me emociono tu poema, cariños para ti.-
Ana maria tu sabes como yo que murillo no solo fue pintor también retrataba el alma de los niños y de las mujeres seguramente tu también te habrías emocionado un fuerte abrazo.
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