Si no llegas, te aseguro que no voy;
no es que dependa de ti, es que en realidad no sé quién soy.
Sé que estudiar podría ser una opción,
pero... ¿cómo estudiar al corazón?
No te aseguro la gracia eterna pues te aburrirías:
con qué labios te abrazaría,
con qué manos te vería,
con qué brazos te besaría.
¿Ilógico y desordenado, verdad? Así tu vida, a mi lado, sería.
Ya perdí las esperanzas conmigo o fue al revés.
Quizá "esperanzas" jugó a mi lado ajedrez:
Ella era reina y rey a la vez,
y yo, tonto, la visitaba cada mes.
Le narraba poemas con premeditación y me decía: ¿Qué cojudez?
Enredado en sus palabras me dediqué a reflexionar, pues,
comprendí que con o sin su ayuda, la vida es como es.
¿Para qué te vas a enamorar de mí?
¿Es que con tan solo mirarme a los ojos quieres sufrir?
No entiendo ¿Podrás ver a tu corazón morir?
Tal vez tengas un motivo: Lágrimas anhelas ingerir.
- Autor: Gabriel Toledo ( Offline)
- Publicado: 9 de octubre de 2017 a las 03:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 105
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