Nadie sabe mi sufrir,
la impotencia que me embarga
temiendo lo cercano del devenir,
pues de mis ojos la luz se apaga.
Me siento lentamente morir
y sin consuelo para mi alma,
yo que gozo cada día de vivir
contemplando la alborada.
No me consuela el pensar
que hay otros peor o igual,
tampoco se puede comparar,
¡cada cual sabe su mal!
De niña ya sospechaba
que algo extraño me pasaba,
no me “defendía” como las demás
y menos cuando la noche llegaba.
Con palabras amorosas
me alertaban a todas horas:
¡cuando se enciendan las farolas
te queremos en casa sin demoras!
Nadie sabe las limitaciones
de los afectados de Retinosis Pigmentaria
los problemas, miedos y sinsabores
de nuestra vida cotidiana.
En mi caso avanza lentamente
privilegio que agradezco a Dios
y le imploro humildemente
un poco más de su amor.
Fina
- Autor: Fina (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de octubre de 2017 a las 13:21
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 78
Comentarios2
lindo de verdad,,si es cierto,,nadie suele saber el problema que cada uno suele tener,felicidades en tus palabras-
Muchas gracias Luís por tus palabras...
Un abrazo.
Ante esta situación no cabe más que desearte que la retinosis avance lo más lento posible y Dios te dé la paciencia y, como pides, todo su amor.
Desde aquí toda mi energía positiva y una oración para que así sea.
Un abrazo
Muchas gracias mi estimado Poeta por tan bello comentario.
Un abrazo.
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