Como una luz de calor que traspasa
siento la llama del cáliz que encanta,
en cada lumbre el amor sobrecoge
es el ardor de las almas que pasan.
Esas pequeñas azules que tiemblan
tan taciturnas y buenas parecen,
unas tan blancas fulgor de azucenas
otras de rosas se visten tan rojas.
Siento un respeto y adoro la lumbre
como si fuera de un alma viviente,
que nos contempla y asusta la esencia.
Quisiera estar para siempre a su lado
cual una hoguera de llama infinita,
que la acompañe en las noches de invierno.
Lupercio de Providencia
- Autor: Lupercio de Providencia (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de mayo de 2010 a las 05:50
- Categoría: Amor
- Lecturas: 72
Comentarios1
Es un gran poema, rítmico, cadencioso, especialmente bello.
Me encantó Luper..
Un abrazo
Gracias por tu comentario, pensé que a nadie le iba a gustar. Saludos.
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