Ni el abrigo del poncho
con sus hebras curtidas
de tiempo y de vida,
cobijó tu duelo.
Apoyaste tu cabeza
en el estambre suave
y dejaste crecer los ríos
en tus ojos.
No salió de tu boca
suspiro ni lamento,
los hiciste prisioneros
de tu pluma.
Fue sólo un instante.
Pobre instante solo,
sólo a ti te tuvo
y a tu silencio sonoro.
De mi libro "Soles y de escarchas". 2004 ISBN 987-9415-17-5
- Autor: Carlos Justino Caballero ( Offline)
- Publicado: 10 de octubre de 2017 a las 05:27
- Categoría: Sin clasificar
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