Construidos en el ejercicio equidistante
Por nuestra propia mano, nuestro amor
No hay otra manera posible de salir
El laberíntico enredo diario, caótico exterior
Tú=yo, no hay otra ecuación en juego
Apostada por eso tu mano y mi mano
En la otra abierta herida, es otro (la hermana
El hermano) que ahora cae en desgracia
Cómo en tropel las hojas en el otoño de capitalismos
Extranjeros, ajenos al ser y su llamado
De ser en el otro, de ser libertarios y liberados
Y no caer en aprendidas desesperaciones
El robo, la transgresión, la miseria
Cómo sabiéndose imposibles de otro
Destino.
Así el día cae en desesperanzas
Y sucede sin atisbo de brillo un día tras otro
Y el amor que tanto hablamos, tanto
Costaba entregarnos. No es sólo
De dos esta hambre que impacta
A cada uno fuera del otro, el ser
Siendo la piedra enclaustrada del tiempo
Inmutable, no solo sino trascendente
En tanto alma.
A lo lejos los ecos de dolorosos pasados
Son llantos ahogados de niños -escucha-
Son cielos reventando intermitentes
Son sueños apagados y rencores forjados.
Desconfiando del amor malo
El única que quizás conocieron
Del que fueron puestos en juego
En el regalo cruel del presente
Víctimas más no víctimarios
La herida de una vida abierta
En más de una debe ser cerrada
/Por esto/Volcados ambos entonces
Los sanos vamos en entregar lo poco
Y nada que se tiene, ya lo necesario
El poco amor que va quedando
En el camino como semillas reventadas
Germinarán en los que han conocido
El amor que sana. Y solo así creceremos ambos.
- Autor: Santiago Miranda ( Offline)
- Publicado: 11 de octubre de 2017 a las 10:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 26
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