Cierro los ojos y te veo danzar.
Abro mi mente y solo pasan
los recuerdos que no quiero pasen.
Abro el corazón, y atacan
mil punzadas de dolor y queda llorar.
Pensar... pensar... Llorar...
He ahí el sentido inmaterial de las cosas.
He ahí la perdición de lo vivido.
He ahí el asombro de lo perdido.
Despedida se han vuelto nuestros encuentros.
Vida la que aún queda sin descubrir.
Pasos donde el andar solitario se vuelve
fiel y gran amante compañero.
El error no fuimos nosotros ni el destino...
el error fue haber creído sin creer y de
haber caído y de haber levantado sin saber levantarnos.
Un segundo... solo eso... un segundo
nos hubiera salvado de esto, pero...
la despedida ya se dio sin nosotros
haberla percibido por falsos ensueños.
La despedida llegó mientras nos íbamos creyendo
en el sentimiento que creemos aún guardar.
La despedida... insensata pero sana
acompaña con desvelos la ilusión de un nuevo te quiero.
Mi despedida es aquí, hoy... es ahora.
- Autor: Gustavo A. Malagón ( Offline)
- Publicado: 11 de octubre de 2017 a las 23:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 97
Comentarios1
Muy buen poema; felicitaciones.
Guillermo
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