El eco del cerro partía el aire antes de morir.
Entre los pinos que crecieron y sus celos
nos dejaron sin el juego del espejo sonoro.
Inmutable sigue el cerro, aunque silente
por esa interferencia de follajes glaucos
y no advierte el granito que ha perdido vida.
Mas, como todas las vidas, vive aun después
de que murió lo tangible y el recuerdo
mantiene el grito que partía el aire
como espejo de ondas sonoras.
De mi libro "Desde aquella Strelitzia". 2014 ISBN 978-987-1977-32-1
- Autor: Carlos Justino Caballero ( Offline)
- Publicado: 12 de octubre de 2017 a las 09:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
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