La lluvia
me moja
como si no importara
mi presencia
esta noche
en la calle Juncal.
El calor sofocante
de vapores
que circulan
como figuras de baile
acompañan mi paso
por la calle Juncal.
El aire se hace escaso
como si un puño
gigante
me apretara
impidiendo avanzar
por la calle Juncal.
Sin poder más
me siento
en el cordón
y mis pies
son arrastrados
por ese río
de la calle Juncal.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de octubre de 2017 a las 09:02
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: Inexistente, anbel, Jose Adolfo
Comentarios5
Lluvia de espesa tristeza que se ahoga en la calle Juncal. Me falta el aire, deseo encontrar un rincón para poderme refugiar. Esto me produce su lectura. Tiene mucho efecto.
Que tengas un lindo día.
El personaje describe el agobio, en este caso ante la lluvia, el mecanismo es idéntico con otros aspectos del imaginario del sujeto, por ejemplo el agobio en una relación con el otro, que se torma tóxica.
La surrealidad, está justamente en qué es sujeto a ese nivel de agobio.
Gracias, parece ser una primavera suave.
Lo mejor.
Esteban
Muchas veces no nos damos cuenta que aquello que nos agobia somos nosotros mismos al no ver la realidad...
Como siempre un placer y honor conocer sus letras maestro...
Saludos
Rav
Es así, los fantasmas que nosotros mismos creamos, hacen una realidad agobiante.
Un abrazo.
Esteban
Lindo poema que me encoge el corazón.Un fuerte abrazo.
Cuantas veces la angustia, nos embarga el alma. Por eso creo que el mejor antídoto, es pensar en el otro..., o sea el amor.
Lo mejor para ti.
Esteban
BIEN DESCRIBES EL CAMINAR DE UN HOMBRE AGOBIADO POR SUS PROPIOS PESARES.-
UN CARIÑO EN LA DISTANCIA.-
MARGARITA
Gracias Margarita, es así, el agobio son nuestras propias sombras.
Un abrazo.
Esteban
El universo / su lenguaje / casi siempre se rebela / se une a los infortunios y se lleva todo a su antojo por delante / El hombre agobiado sigue su andanza / aunque las lluvias amurallan los caminos o refrescan la memoria
La angustia, sofoca y anonada al personaje, como más de una vez uno mismo le ha pasado.
Un abrazo.
Esteban
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