Diana II

Gabriel Brito

Ella estaba parada en el puerto, al horizonte en

silencio miraba, mientras una canción le dedicaba el viento

, y la brisa sus cabellos besaba.

 

¡Quién hubiera visto el cielo! Que tan azul ese día estaba,

mientras el corazón de ella viajaba,

a lugares inciertos se marchaba.

 

Yo sé que ella a lo lejos,

perdida en un bosque de eterna mañana,

caminará por entre los lirios, buscando al que su alma ama .

 

Y cuando haya llegado a donde se pierde el sol en el horizonte,

a la secreta morada, más allá de los mares; en el valle de las rosas blancas.

 

Una voz le dirá:

—Anda vuélvete por el camino;

no dejaré que el tiempo hoy, se convierta en tu asesino.

 

Y la enviará con una rosa blanca en la mano, para que recuerde su destino,

y una vez agotados sus días,

entonces, tendrá para siempre; un encuentro divino.

 

Gabriel Brito

 

 

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  • Autor: Gabriel Brito (Offline Offline)
  • Publicado: 12 de octubre de 2017 a las 16:59
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 21
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Comentarios +

Comentarios1

  • Carlos Eduardo

    ¿Qué hace falta para ser feliz? Un poco de cielo azul encima de nuestras cabezas, un vientecillo tibio, la paz del espíritu.
    André Maurois



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