POETAS SIN MÉTRICAS NI RIMAS

Enrique del Nilo


AVISO DE AUSENCIA DE Enrique del Nilo
Mis letras no conocen de la brida de "derechos de autor" así que si les premias con el palmares de adoptarlas y darles tu nombre, siéntete en libertad de hacerlo, que feliz me sentiré de ver que ellas logran alcanzar las fronteras que yo jamás les podría dar

 

 

 

No muere la palabra por ser ignorada

como no muere la injusticia

por negarle una gota de mirada

 

Desde el claustro obscuro

donde la noche le ha ignorado

bebe un sorbo de luz

de esa que se cuela

por la mueca de ventana

 

Abre las extremidades

para recibir una nueva promesa de vida;

con su dorso remueve de sus pupilas

todas esas malas vibras

que al precipitarse en la cama

con su gravedad se derraparan

 

Extrae desde un cóncavo en la piedra

con su jícara la intensión de renovarse,

de presentarse como un ser nuevo,

un ser distinto…

mientras estriega sus hemisferios

con cenizas remojadas

en una mítica ceremonia aséptica

 

Luego con el sol al hombro

y los manantiales desde sus sienes

se dispone a crear poesía…

desde su analfabetismo

ha aprendido

de las medidas del surco,

de los tiempos para siembra,

y para la cosecha;

no conoce de rimas

ni de estructuras

pero sabe como matizar

las semillas,

en tiempos y momentos

para el fenómeno de polemizar

y el fruto mejorar

 

Cuando el sol ya cansado

se descuelga por su barbiquejo

para irse a cobijar

bajo la fronda

regresa sobre sus pasos,

sobre un camino

que ya su memoria y rutina

conoce perfectamente

se desploma sobre un entretejido

de enequenes, mugres,

sueños y esperanzas,

todas amalgamadas

con una mezcla de sangre, sudor y lágrimas

y prende un enrollado de tabaco, saliva y recuerdos

para que a los jejenes

se les haga más fácil ubicarlo

 

Una lágrima curiosa

se asoma por sus tiesas pestañas

para irse acomodado

entre los ralos pelos del bigote

y quedarse contemplando

como las luciérnagas

jugando a las escondidas

en lo alto del cielo se refugiaron;

desde sus entrañas

un recuerdo regurgita

y saborea un momento

para luego lanzarlo

en un escupitajo

como quien arroja el fuego;

y mientras los callos de sus dedos

acarician queloides

que el tiempo le regalara

va sucumbiendo a un sueño

que siempre ha mantenido

como única propiedad privada:

que su cosecha tenga la gloria

de ser solución alimentaria

 

 

 

 

 

 

  • Autor: Enrique del Nilo (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 12 de octubre de 2017 a las 19:26
  • Comentario del autor sobre el poema: Recientemente, recibía la grata visita de un docto en unos temas que yo abusaba en trastear, y me decía que "se precisan poetas" que extrapolen la poesía y la realidad a una utópica dimensión de armonía y justicia social... yo, desde mi ignorancia le profería que habemos los que no somos poetas, y nos limitamos a preparar el surco, para cuando venga el poeta a plantar la semilla, le preparamos la tierra, y una refrescante cususa para que pueda explayarse en las eras del docto verso... estas lineas son un parpadeo a esa campiña, donde el hombre común prepara la era, planta y siega, sin atender si su fruto será alimento, de poetas o soldados, pero si con la esperanza que tenga la calidad para llegar a la mesa del que jode, porque en la mesa del jodido cualquier mendrugo es bueno
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 62
  • Usuarios favoritos de este poema: Eva utópica, Maria Hodunok., albertoescribe
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Comentarios +

Comentarios2

  • Margarita Dimartino de Paoli

    MI QUERIDO ENRIQUE, SE TE SALE EN ESTOS VERSOS, Y DEL ALMA QUE ERES HOMBRE DE CAMPO...!!!!

    MUY BUENOS VERSOS.-

    UN BESO EN LA DISTANCIA CON CARIÑO.-

    MARGARITA

    • Enrique del Nilo

      Por la Gracia del Sacro Arquitecto
      que colocó en mi camino
      el magnánimo premio
      a mi soledad
      de tu compañía

      Besos renegados de distancia

      • Margarita Dimartino de Paoli

        QUE AGRADABLE COMENTARIO QUERIDO ENRIQUE.-

        UN BESO EN LA DISTANCIA CON CARIÑO.-

        MARGARITA

      • Maria Hodunok.

        Se dispone a crear poesía,
        sabe las medidas del surco,
        y como matizar semillas,
        para obtener buenos frutos.
        Pero no sabe de rimas,
        ni conoce las estructuras,
        sin embargo, a su manera,
        deja el camino ya echo,
        para que los doctos accedan,
        a escribir sus sabios versos.
        Mira las luciérnagas,
        tal vez embelesado,
        porque ese es el poema,
        que el ha encontrado.
        Las lágrimas ruedan,
        los ojos se empañan,
        esas manos curtidas,
        para todo se dan maña.

        Mi admiración Enrique.!!!!

        • Enrique del Nilo

          Alzo las alas de mi sombrero
          para saludar
          a quien guarda mi corazón;

          Habemos María
          los que nos toca
          trabajar la tierra
          para que los poetas
          tengan que comer
          y que beber

          Un inmenso y expreso cariño para ti
          ¡ya días no te veía!

          • Maria Hodunok.

            Muy dificil querido amigo,
            que de la poesía se pueda comer,
            es solamente el desquite del alma,
            que quiere escribir y cantar,
            pero a sus bolsillos ni un céntimo va a parar.
            Ya extrañaba tu visita,
            te olvidaste de esta amiga,
            que no tenia con quien charlar
            de las cosas de la vida.
            Yo siempre presente,
            con mi mate y mis letras,
            esperando algún poeta,
            para comenzar a hablar.

            Feliz viernes enrique.!!!!

            • Enrique del Nilo

              Pos acá tenes fogón
              para acomodarnos en derredor
              y darle vueltas al mundo
              con los estribillos de la sinrazón;
              hay dos brazos que te aprecian
              unidos por un corazón
              en que ya sabes moras
              sin canon ni condición

              A mi ver María,
              la poesía es como las aves...
              algunos las capturan
              y mercan con ellas
              o las asesinan
              y devoran sus carnes...
              yo me deleito y sacio
              en contemplarle
              quizá lograr acariciarle
              con una inculta lectura
              para dejarla revolotear
              en juveniles seseras
              que le den su primavera
              con colores, alas y más



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