Esa mañana llevabas puesto
tu vestido de flores.
Ese que tejiste en primavera
con hilo de araña,
tan efímero y ligero
que dejaba entrever el cielo
a través de sus puntadas.
Trazaba la curva perfecta
de tus pechos, de tus nalgas
de tus muslos, de tus caderas.
La curva perfecta de la burbuja
en la que estabas inmersa,
flotando ingrávida,
tan efímera y ligera.
- Autor: carlos obeso ( Offline)
- Publicado: 15 de octubre de 2017 a las 08:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 429
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén
Comentarios1
Sensual y sugerente
Descripción perfecta de ese cuerpo hermoso, de ese don precioso que es la fémina.
Un placer leerte poeta
Un abrazo desde Oliva, Valencia
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