Todos los poetas necesitamos una musa
que nos inspire para escribir poemas.
Igual que los antiguos griegos tuvieron de musa a Calíope,
afirmo que mi musa es la luna.
Por la noche cuando estoy cansada y poco inspirada
miro la luna y la suplico que ilumine mi cerebro
con sus hermosos rayos y que me dé energías
para fabricar mis poemas que son hijos de mi cerebro.
La Diosa Luna nos mira y acompaña desde el cielo
y está esperando que nosotros acudamos a ella
para contarla nuestros problemas y solicitarla amparo,
yo cuando la inspiración me falla,
miro la luna a través de mi ventana
y la pido que ampare mi alma
porque mi poesía es la voz de mi alma
y a través de ella plasmo mis sentimientos de todo tipo:
amorosos, de soledad, tristeza y otros muchos.
Y ahora, Diosa Luna te agradezco tu mediación
para escribir este poema que te lo dedico a ti.
- Autor: Paloma P.P. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de octubre de 2017 a las 07:25
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema se lo dedico a la luna como la musa que me inspira en mis poemas. Espero que sea de vuestro agrado.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 52
- Usuarios favoritos de este poema: Silvestr, El Hombre de la Rosa, Hugo Emilio Ocanto
Comentarios5
La luna tiene magia influye sobre muchas aspectos de nuestro mundo y para ti una musa inspiradora para que nos dejes bellos poemas. Abrazo amiga
Muchas gracias por acompañarme en mis letras. Un abrazo amigo.
Por Charles Baudelaire
La Luna, que es el capricho mismo, se asomó por la ventana mientras dormías en la cuna, y se dijo: "Esa criatura me agrada."
Y bajó muellemente por su escalera de nubes y pasó sin ruido a través de los cristales. Luego se tendió sobre ti con la ternura flexible de una madre, y depositó en tu faz sus colores. Las pupilas se te quedaron verdes y las mejillas sumamente pálidas. De contemplar a tal visitante, se te agrandaron de manera tan rara los ojos, tan tiernamente te apretó la garganta, que te dejó para siempre ganas de llorar.
Entretanto, en la expansión de su alegría, la Luna llenaba todo el cuarto como una atmósfera fosfórica, como un veneno luminoso; y toda aquella luz viva estaba pensando y diciendo: "Eternamente has de sentir el influjo de mi beso. Hermosa serás a mi manera. Querrás lo que quiera yo y lo que me quiera a mí: al agua, a las nubes, al silencio y a la noche; al mar inmenso y verde; al agua informe y multiforme; al lugar en que no estés; al amante que no conozcas; a las flores monstruosas; a los perfumes que hacen delirar; a los gatos que se desmayan sobre los pianos y gimen como mujeres, con voz ronca y suave.
"Y serás amada por mis amantes, cortejada por mis cortesanos. Serás reina de los hombres de ojos verdes a quienes apreté la garganta en mis caricias nocturnas; de los que quieren al mar, al mar inmenso, tumultuoso y verde; al agua informe y multiforme, al sitio en que no están, a la mujer que no conocen, a las flores siniestras que parecen incensarios de una religión desconocida, a los perfumes que turban la voluntad y a los animales salvajes y voluptuosos que son emblema de su locura."
Y por esto, niña mimada, maldita y querida, estoy ahora tendido a tus pies, buscando en toda tu persona el reflejo de la terrible divinidad, de la fatídica madrina, de la nodriza envenenadora de todos los lunáticos.
Muchas gracias por tu comentario y compañía. Un abrazo amigo
Hermoso bello y esplendido tu genial versar a la Luna estimada doctora y amiga Paloma..
Un placer pasar por tu portal...
Saludos de amistad...
El Hombre de la Rosa
Muchas gracias por tu comentario y compañía. Un abrazo amigo.
Bonitas letras.
Un abrazo
Muchas gracias por tu comentario y compañía. Un abrazo amigo.
La luna es tu musa, y te conduce a escribir maravillosos versos, Paloma.
Gracias por compartir.
Un abrazo, amiga.
Muchas gracias por acompañarme en mis letras. Un abrazo amigo.
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