Se acabó la poesía
Se terminó la prosa
Flirteando con la vecina
Me encontró mi esposa.
Me dio un sartenazo
Con singular destreza
Que casi me parte
Toda la cabeza.
Ven aquí me decía
Deja de hacerte el poeta
Mientras me revoleaba
Semejante chancleta.
Así que les pido
Queridos amigos
Si es posible en su casa
Me brinden asilo.
Al menos un tiempo
Hasta que pase la tormenta
Y así de paso
Mi esposa no me encuentra.
Por eso les ruego
Si aman las letras
No dejen que atrapen
A este poeta…
-. Par
Comentarios1
Me encanta el desparpajo y la gracia que tienen tus letras Pablo...
Tu poema respira frescura y alegría. Lo del sartenazo es total!!!, todo un acierto.
Muchas felicidades
Muchas gracias. Un placer tu comentario y un honor que me leas
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