Languideció el celaje de una aurora boreal,
y se perdió el aroma de un clavel en Montevideo.
Atardeció en Cuyagua en trazos dorados, fundidos en el infinito azul de la noche...
Labios que se inflaman en besos de blasfemia, en tardes de cuerpos trenzados como sogas, de aromas de nardos y mares esmeralda.
¿qué ha de ser de este amor inusitado sin brújulas ni puerto? ...caminata nocturna entre mangles plateados,
que presagian el vértigo indescifrable de nuestros corazones.
- Autor: Pescador (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de octubre de 2017 a las 13:41
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
Comentarios2
Z
Bonitas imágenes. precioso poema!!!
Gracias. Un saludo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.