Como pasan los minutos, las horas,
los meses, inexplicables, inentendibles,
indiferentes a los sentimientos;
pasan los años como segundos,
somos seres agonizantes en la vida,
es lo que entiendo
cada vez que pienso sin meditar,
si tan solo supiera como separar
los sentimientos de los pensamientos
no terminaría extrañándolo todo
cuando acostumbrada
el alma ya está a amar,
aferrada se queda a almas
que cree similares a ella,
que siente serán como ella
como si en la vida románticamente
el amor se pintará
de colores eternamente.
Como cae la lluvia, brilla el sol y la luna,
como se encoge el corazón
al revisar los recuerdos
que pálidos y húmedos
guardados siempre terminan en un rincón,
como el alma
envejece de tristeza junto con ellos,
son tantos como años,
son los hijos que nunca tendré,
la mujer que siempre ame,
los rezos que con ella se fueron;
como extraño amar su alma
que inocente desinhibida
dialogaba con la mía,
almas temerosas e inocentes,
y como humano
extraño amar los mundos de su cuerpo,
norte y sur más el espíritu vital
que los dos le negamos a su vientre,
…como amo!,
como sufro…,
como lloro! …,
y como te espero amor de desván
en este recoveco inhalando ya
el escaso aroma que emanan tus recuerdos;
con un cirio agonizante
escribo este testamento
sobre el sarcófago imaginario
que en su interior guarda
dulce, tiste y caprichosamente
el cadáver de la inspiración de un poeta,
cumplo la última voluntad
de mi inspiración tradicional
que murió con esta poesía,
testamento, parodia
o simplemente tristeza en el silencio,
en el vacío, en el olvido
abrazando tiernamente a la distancia.
- Autor: Rigortmortiz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de octubre de 2017 a las 19:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 62
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