ARCILLA EN NUESTRAS MANOS

Tus caricias portan el delirio a mis venas

amaneces pasiones con el roce de tu piel

no concibo que mi dermis duerma en escarchas

añora en cada instante la lujuria de tus ígneos besos,

libas mis deseos adormilados desde otrora

con tu fulgor brilla la noche de mis pernoctados anhelos

enciendes olvidadas apetencias, haces palpitar los sueños

no existen el ayer, el mañana, somos el hoy con aroma a infinito.

No te hagas eco de la lejanía, sé siempre presencia

camina a la vera de las ilusiones que nos han convocado

no claudiques en esta senda, no permitas que yo jamás lo haga

esta felicidad, es arcilla en nuestras manos, moldeémosla eterna.

Oscar A. Fernande Folguerá (Argentina)

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