Un caído en tu trampa de fuego
en tu sostén elegante y profundo
dándome aire mas aire
a los besos en el tamiz del tiempo.
Un caído de tu gota de lluvia
ahogado en tu pupila prominente
amante de la nada y del todo
miradas perdidas en el mundo
que hoy deja de mirarme
y cómplice
se marcha sin disimular
a la tierra donde todos
perdemos la razón.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.