Desconocida, me miraste,
A la luna me llevaste
Y en dos besos arrancaste
Del pecho, mi corazón.
Ocasión que llevó al hecho,
(Ya que no estaba maltrecho);
De poderte hablar derecho
Para así darte mi amor.
Favor que correspondido,
No hizo falta más que un guiño
Para dar por entendido
El trato que era de dos.
A vos que por tanto tiempo
Me fuiste pan y sustento,
Calma de mi tormento,
Dulce sabor suculento,
Agridulce sacramento,
Fuerza, cariz y portento,
¡Bendicion del mismo Dios!;
Dedico estas líneas vanas
Por la gris noche inspiradas
Que de sombras desmembradas
Extraigo...
Substraigo yo.
- Autor: Núñez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de octubre de 2017 a las 02:10
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 76
- Usuarios favoritos de este poema: jarablanca
Comentarios3
¡Bendición del mismo Dios!
Saludos bendecidos
Mil gracias buen amigo Tokki, igualmente.
Ósea, ella lo era todo!!
Buen poema, amigo. Me gustó su ritmo y su contenido. Felicitaciones.
Un abrazo y feliz semana.
Muchas gracias querida amiga jarablanca, que bueno que te haya gustado. un fuerte abrazo.
Hermosa composición!
Gracias por tu comentario, que gusto que lo hayas disfrutado querida LeydisProse. un fuerte abrazo.
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