y habíase quedado sin aliento
en Marsella esa tarde en que
el baile terminó
regresaron a casa satisfechos
por la reunión amical después
del dolor
los gemidos llegaban de las colinas
y los vinos distorsionaban el mundo
las damas conducían a un estado
de exaltación no tan efímero
para la primera primavera
de tantos años y tantas mañanas
en que la ciudad amanecía ebria
de felicidad y paz por festejar
un solsticio mas en las faldas
de un castillo que adquiría
mas temple del conocido y se hacia
mas grande conforme las flores
crecian en sus alrededores
- Autor: Francisco Dreamer (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de octubre de 2017 a las 10:04
- Categoría: Fábula
- Lecturas: 131
Comentarios1
*Leído.
Saludos.
hola , como andas?
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