¿Por qué tienes atados tantos besos,
y sólo en tus insomnios los desatas?
¿por qué un beso hasta el cielo te arrebata
llenándote de luz hasta los huesos?
¿Por qué los tienes tras las rejas presos?
El beso que no das es el que mata
la miel, que en tus palabras se desata.
No en besar. En hablar está el exceso.
¿Por qué me tienes encerrada y muerta?
¿No sabes que me tienes prisionera?
No los ojos, el beso es la puerta;
y detrás, siempre, un corazón espera.
Aquí me ves tan herida y tan desierta.
Muero por besar, aunque al besar me muera...
Zavalla, 29 de septiembre de 2005
- Autor: Walter Kuhry ( Offline)
- Publicado: 25 de octubre de 2017 a las 16:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 90
- Usuarios favoritos de este poema: Hugo Emilio Ocanto, jarablanca, eibaoga, ROMERI, kavanarudén
Comentarios3
Muchas preguntas, de las que intuyo tú ya sabes las respuestas.
Me gustó leerte.
Saludos cordiales.
Mis aplausos de siempre.
Gracias por pasar por estas letras....
Walter es gran poeta.
Felicitaciones.
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