El aliento mordaz de la mar
abraza mi alma,
su brisa salina
juguetea con mis heridas,
en exquisito dolor
les arranca gemidos
que en profundo placer
extasiadas suplican piedad
mientras estas son
levemente sanadas;
el viento que golpea
mi galeón y mi cuerpo
a gran velocidad
parece deshacer
toda nuestra piel,
misericordioso el sol
con su luz de calor
cauteriza cada herida
bañada de rocío,
se apodera de sus suspiros
y del pudor promiscuo
de esta ninfa liquida
sobre la cual navego
erotizando su húmeda piel.
Pasiva se muestra
cuando desea mi espíritu
en rituales de amor le cante,
le admire, le desee, le ame…
entonces, su provocadora feminidad
desaforada invoca a la lluvia
para que simule sus besos
en liquido manjar,
sus palabras en susurros
viajan a mi ser a través
de ensordecedores truenos
gritando su pasión por poseerme,
sus gigantescas olas
son los abrazos y las caricias
que sacuden, que golpean
mi alma de navegante oceánico
que fusionado con mi navío
corresponden
a todo ese bello amor
que pone a prueba la fe,
la constancia, la verdad;
este es el equilibrio exacto
el significado real
del amar y ser amado,
que con cegadores relámpagos
llega al clímax, al éxtasis
fusionados para siempre
a vivir la inmortalidad
de nuestras naturalezas,
agua, fuego, tierra, aire
nos convierten
en el quinto elemento;
en la bitácora del alma
tatuadas se graban
las pruebas de vida,
las experiencias gratificantes
de quien ame y amo
mientras sobre su piel
me deslizo, desierto liquido
que jamás me niega
la oportunidad de mirar
a nuestros hijos
emerger de entre sus brazos y,
la oportunidad de imaginármelos
jugar en mi camarote.
existe una esperanza…
“me imagino por un instante
dejar de navegar
por la inmensidad
de este desierto
liquido de sentimientos,
solo para abrazar
el oasis de vida
que absorbe al frío
y al dolor del alma,
para darme cuenta
que los recuerdos
son el único tesoro
que pude llevarme
del baúl
de todas nuestras reliquias,
que, como buen pirata
jamás puedo, ni podré despilfarrar;
lo que siento, lo que vivo,
lo que tengo, doy y soy,
tienen valor únicamente
cuando un rezo tuyo
invoca mi presencia allí,
en el oasis de tus pensamientos,
en el desierto de mi alma
al recobrar la conciencia
que cruelmente me despierta
del cataléptico elixir por amarte aún”.
Al aliento mordaz de la mar
abraza mi alma, es el significado real
del amar y ser amado.
- Autor: Rigortmortiz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de octubre de 2017 a las 19:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 97
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