Me ha mentido la lluvia. En la ventana
gemía la llovizna en los cristales
cuando la vi esquivando temporales,
tan cercana, y al tiempo tan lejana,
y la llamé, a mi cucha suburbana.
Cruzó la calle poblada de reflejos
con esos zapatitos desparejos,
y me sentí, le juro, compañero,
como en el verso aquél del Sabalero,
mirándome de reojo en el espejo.
Y no faltó el amor adolescente,
ni compartir el pan con mortadela,
ni los silencios llenados de vihuela,
y el amor... el amor, precisamente...
mientras afuera llovía suavemente.
Y ese rubor ardiente en las mejillas
y su pollera colgando de la silla
y el plátano que echaba sus marrones
y ella, que buscaba sus razones
para no abandonar nuestra buhardilla.
¿Adónde está, ahora que se ha ido?
Me ha engañado la lluvia, y mi reproche
es que la sigo viendo por las noches
cuando ya todo el mundo está dormido.
La hora en que se añora lo perdido.
- Autor: Julián Centeya (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de octubre de 2017 a las 00:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 104
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino
Comentarios2
He continuado leyendole Julian...
Su poetica es admirable....
Gracias !!!
He leído la tuya anoche y me pareció exquisita.
Que belleza de poesía! Inmensamente expresiva e ingeniosa. Me encantó leerla pues en ella hay un alto contenido de palabras poéticas maravillosamente amalgamadas como sólo lo saben hacer lo POETAS!!!
Muchas gracias por tus palabras, Jorge. Es un gran honor.
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