En cierto año una estrella nació y alumbró el firmamento,
Estrella de alas blancas, ojos de gata y alma de viento.
Con su pelo dorado como el trigo y su piel de espuma hecha,
Cual diosa del Olimpo más bella en mis sueños acecha.
Ella es diosa de la soledad, también diosa de la melancolía,
Es corazón roto por la noche, la mañana y el mediodía.
Mírame con tus ojos de gata, tus ojos son mi tormento,
Deja que beba tus labios y tome tu piel de alimento.
Pero tu eres diosa, ángel, y yo solo un simple mortal,
Es un amor imposible, acaba pues tú con mi mal.
Mujer que la vida me das, mujer que la vida me quitas,
Termina ahora con esto, ¡termina que me marchitas!
- Autor: J.A.H.B. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de octubre de 2017 a las 17:08
- Comentario del autor sobre el poema: Amar a una mujer tan inalcanzable es pedirle a una diosa que te ame y te escoja de entre todos los mortales. Aún así contiene más metáforas personales que no puedo revelar.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 4
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