A paso lento se adentró en el bosque.
Se sentía fatigado. Aquel día le pareció todo diferente. El sol llegaba a su declino. Admiró los magníficos colores del atardecer.
La brisa suave acariciaba su cuerpo cansado, jugaba con sus pocos cabellos grises. El aroma de las flores silvestres le daban la bienvenida.
El variopinto matiz de verdes que le rodeaban, le pareció vivo y elocuente.
Los pájaros cantaban sus mejores canciones. Melodías eternas, suaves, amónicas que elevaban el alma y agudizaban la sensibilidad junto con el intelecto.
Todo parecía darle la bienvenida. Un ambiente que le pareció paradisíaco. Se quitó sus viejas sandalias para sentir la hierba fresca bajo sus pies agotados de tanto caminar por la vida.
Escuchó a la lejos el sonido del riachuelo. Sin pensarlo dos veces fue a su encuentro. Sus aguas cristalinas parecieron alegrarse al verlo. Se despojó de sus harapos de viandante y se sumergió. Se sintió libre nadando en aquellas quietas y refrescantes aguas. Susurró un “gracias. Cerró sus ojos y se dejó llevar por la corriente. El tiempo parecía detenerse, solo existía él y su entorno. Se dejó fluir sin oponer resistencia a lo que sentía.
Llegó a la orilla, en una playa desierta y se recostó boca arriba. Su mirada se perdía en aquel cielo infinito. Tímidas asomaban las estrellas. De todas ellas una le llamó la atención. Era diferente a las demás. Un brillo particular. A cierto punto vio que se le acercaba. Convirtiéndose en una fantástica criatura, como esa de los cuentos de hadas.
¡Qué bello! - dijo para sí - ¿Qué será? - se preguntó - .
¡Hola! - escuchó decir - .
Hola - respondió en forma mecánica - .
¿Quién o qué eres? - preguntó en forma espontánea - .
Mi nombre es Obid. Soy la estrella sempiterna del universo. Tengo una misión particular. Vengo a llevarte al lugar del reposo eterno. Ya has cumplido tu misión en este mundo. Es hora de partir Raúl - le dijo con voz calma -.
¿Partir? ¿A dónde? ….¡Aún tengo cosas que hacer! - tuvo una ligera sospecha de qué cosa se trataba -.
Lo siento, pero no hay tiempo. Cuando llega el momento de partir, hay que hacerlo y basta. No hay replica que valga. Así es la vida. Solo hay que dejarte llevar - había algo en aquella voz que le producía una calma inmensa - .
Si tú lo dices pues así será - díjole con voz calma - .
Raúl, perdona mi curiosidad. Ya al final de tus días, ¿de qué cosas te arrepientes?
jo….buena pregunta Obid…. ¿de qué me arrepiento? - repitió mientras miraba al horizonte - Me arrepiento de las veces que actué por instinto, sin pensarlo. Que me dejé llevar por mi carácter y dije cosas que nunca debí decir, hiriendo así a las personas cercanas. De las veces que no pedí perdón o reparé (dejándome llevar por mi ego herido). De las veces que me encerré en mi mismo, mirando solo el vaso medio vacío, dejándome llevar por la tristeza, la melancolía. De las veces que justifiqué mis errores. De los días en que no me ocupé de mí mismo, de disfrutar con mis amigos, de las pequeñas cosas que me ofrecía la vida: una puesta de sol, una sonrisa, una copa de vino con los amigos, una luna llena; de decirle un “te quiero”, “te amo” “lo siento” a la persona amada, en fin, de no haber vivido a plenitud cada instante de mi existencia….
¡Bien! - dijo Obid mirándolo con sus hermosos ojos celestes -.
¿De qué te sientes orgulloso? - volvió a preguntar -.
De mis errores y caídas. ¡Sí! De ellos que me han ayudado a darme cuenta de mis límites. De que no soy perfecto. De que tengo la capacidad de cambiar, de mejorar. Que puedo seguir intentando, (una y mil veces), ser la mejor versión de mí mismo. Que esa versión solo tiene un camino que se llama amor. Amor en toda la extensión de la palabra. Esto me ha llevado a darme cuenta de que todos poseemos una parte de verdad y juntos podemos conseguirla. Me siento orgulloso de ser lo que soy, de lo que he logrado, aunque con lágrimas y sufrimientos. De haber estado presente en el momento justo; de la mano que posé en aquel hombro herido, desesperado, perdido. De la palabra justa en el momento justo. De mis días de desvelos al lado de aquella persona que me necesitaba, sentía miedo, quería simplemente ser escuchada, valorada, querida. De ese ser que la vida me puso en mi camino y fue parte fundamental de mí mismo. En fin de mi historia, de mi existir, con sus pros y contras….
Perdona si continúo a preguntarte Raúl. Si pudieras dar un consejo ¿qué aconsejarías?
Raúl guardó silencio por un instante. Respiró profundo y respondió:
¡Vive! No soy mucho de consejos, por eso mismo, lo único que le diría a alguien es: ¡Vive! ¡No temas vivir! La vida misma es una gran maestra. Haz silencio, reflexiona, contempla. No temas, ¡VIVE! con todas sus consecuencias.
Obid extendió su mano. Tomó la de Raúl y le dijo: eso mismo te digo: “Vive”. Ahora comienzas la vida plena. ¡Ven conmigo! ¡No temas! Todo tiene un principio y un fin. Todo no termina en este mundo. Tu cuerpo es solo una crisálida que ahora mismo deja libre la hermosa mariposa que llevas dentro. Extiende tus alas y vuela alto. Volemos alto hacia la plenitud….
Raúl sintió sueño, un profundo sueño. Sus párpados se cerraron. Se sintió ligero. Asió fuerte la mano de Obid y comenzó a elevarse. Mientras se elevaba veía su cuerpo recostado a la rivera. Se sintió pleno, libre. Una sensación indescriptible. Solo pudo producir un profundo: “GRACIAS”.
Esa misma noche los astrólogos contemplaron el nacimiento de una nueva estrella. Desde aquel día adorna el firmamento.
¡Vivamos cada momento que nos brinda la existencia!
- Autor: hugo emilio ocanto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de octubre de 2017 a las 01:42
- Comentario del autor sobre el poema: Comenta su autor, Kavanarudén: Mis amigas, amigos, lectores del alma. Solo me resta decir: "lo siento" por este tiempo de ausencia . No es olvido, se los puedo asegurar. Son las circunstancias de este vivir. Un abrazo inmenso de mi parte y siempre lo mejor de lo mejor, pues nos lo merecemos. Kavi. No tienes que decir "lo siento", Kavi. Comprendemos totalmente lo que expresas. Te hemos estado esperando, y has vuelto, para alegría de todos nosotros. Para mí es una gran alegría y satisfacción interpretar las letras de este cuento, con tu respectiva autorización. Tú te mereces lo mejor de lo mejor, de corazón. Feliz día amigas, amigos de poemas del alma. Hugo Emilio.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 52
- Usuarios favoritos de este poema: Rosalways, Maria Hodunok., kavanarudén, Paloma P.P., Menesteo, María C., yosoyelquesoysiempre
Comentarios9
Que buena historia!!!! Que bien interpretada Hugo!!!
Buenisimo
Gracias por acompañarnos, Hugo.
Y por tu comentario!!!
Hugo, amigo y hermano
Muy agradecido por acompañarnos
Hugo da vida y profundidad a lo escrito.
Un abrazo fuerte
Me gustò mucho la narraciòn y la creatividad de esta reflexiòn.
Muchas gracias por acompañarnos, poeta.
Muchas gracias Felix
Hugo con su interpretación da vida y fuerza a lo escrito. Tiene un magnifico don que lo comparte. Es un gran hombre.
Un fuerte abrazo
Intensa historia que tuve el honor de leer anteriormente.
Un consejo que nos deja mucha energía en el alma.
Y tu voz Huguito, que la hace aún mas sentimental y profunda.
Que dúo espectacular amigos del alma.
Felicitaciones a los dos.
Los quiero mucho.!!!!
Agradezco tu asidua presencia, María.
Este relato lo ha escrito un grande nuestro portal.
Gracias por felicitaciones.
Ye queremos mucho, hermana del alma!!!!
Y lo interpretó otro grande del portal.!!!!
Mariíta del alma querida
Lo que hace grande este portal son las personas como tú, que expresan con su escritos lo que el alma dicta. Beatos escritores, beatos poetas que engalanan esta gran familia.
El gran Hugo que siempre pone a disposición su don de interprete, Dios lo bendiga.
No me resta que agradecerte.
Recibe un fuerte abrazo de mi parte
Te quiero
¿Qué decir mi hermano Hugo?
Lo escrito en tu interpretación adquiere fuerza, vida.
Tienes un magnífico don, gracias por compartirlo.
Me ha conmovido escucharte, lo digo de corazón.
Un abrazo. Muchísimas gracias. Dios te bendiga.
Tú me diste tu permiso para interpretar tus letras, hermano.
Recién acabamos de escuchar con Marta.
No hemos podido evitar las lágrimas.
Ellas no solo existen ante la tristeza;
también en la emoción de la felicidad.
Si así dejase de existir... moriría siendo muy feliz...
Muchas gracias a ti.
Un abrazo, poeta del alma.
Dios te bendiga.
Muy hermosa historia que me ha encantado leerte. Un abrazo amigo.
Agradecido mi querida Paloma
Gracias por acompañarnos.
Un abrazo enorme de mi parte
Una historia de relatos bien contada
y recitada magistralmente.
Un abrazo para ambos poetas.
Menesteo
Muchas gracias mi querido amigo José.
Sentido abrazo.
Hugo Emilio.
Muchas gracias por dejar tu comentario, por acompañarnos.
El gran Hugo con su interpretación le da vida y fuerza a lo escrito.
De mi parte un fuerte, fuerte abrazo
Siempre hermoso todo lo que nos ofreceís poetas del alma.
Ya la había leído pero con tu recitado sublime doblemente.
Un abrazo
Siempre un gran placer y satisfacción nos acompañes, Kitty.
Inmenso agradecimiento.
Un abrazo.
Amiga querida
Muchas gracias por tu comentario. Por acompañarnos.
Lo escrito en la interpretación de Hugo adquiere vida
Un abrazo enorme
TVB
Gracias a tu escrito por eso recita así con tanto sentimiento.
Para empezar debo destacar el DELEITE que vive el lector/oyente en ese compendio de imágenes que ambientan la cortina del relato...sin dudas, una descripcion impeccable para luego dar paso al desarrollo del profundo mensaje....Excelente el texto...y brillante la interpretacion..
Muchas gracias a los dos...no saben cuanto he disfrutado este trabajo...
Saludos !
Agradezco Syol nos hayas acompañado
con tan sentido comentario.
Infinitas gracias.
Saludos!!!
magistral Obra del Amigo Kavanarudén , hermosa y la magia de del recital del maestro y Amigo Emilio forman esta magistral Obra bella y reflexiva, Dios les bendiga y mil abrazos.
En su comentario coloca un poema con su presencia, poeta.
Inmensamente agradecido.
Mil abrazos, poeta.
Pasaré a visitar.
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