Él...
Él fue empujado por el destino.
Ese empujón lo llevó rodando
Hasta una encrucijada de tres
Flechas
Una flecha indicaba el norte
El frío
Otra flecha indicaba el este
La esperanza
Y la última indicaba el sur
La Lujuria
No había ninguna flecha
Hacia el oeste
¿Por qué?
Quiero pensar que hacia el
Oeste se extiende la Nada.
Si me necesitas silva, le dijo
El destino.
Él tiró hacia la Nada
Se dice que porque huía de
Lo cierto
No sentía anhelo más que hacia
Lo indefinido
Lo no escrito
La sorpresa
Por eso se adentró en la Nada
Y allí sigue
Cohabitando con un cenagal
Sustentado por arenas
Movedizas
No hay Nada más fascinante que
Lo que no se sabe
Y va a ocurrir
Vivir con emoción es lo que
Inspira sus musas
Lo previsible agosta la
Inspiración - Me dijo -
Allí sigue
Retozando con el frenesí
Que tremula las almas
Inquietas
Incandescentes al tedio.
Su edén difuso
Inestable
Su paraíso.
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de octubre de 2017 a las 19:29
- Comentario del autor sobre el poema: Hay quien prefiere la emoción de lo incierto que la tranquilidad de lo previsible.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 82
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L
Comentarios2
Muy bien Alberto vamos creando paso a paso nuestra historia por esa ruta incierta pero llena de emociones. Siempre bonito leerte. Un abrazo
Gracias Fabio. La vida consiste en pasarlo bien y la ausencia de incertidumbre es tediosa. Saludos.
Siempre será poético inventar la flecha del Sur / allí ha de vivir la esperanza poeta / Excelente reflexión / sólo de poetas Alberto / Las arenas movedizas una eterna provocación
Gracias por tu visita. Saludos.
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