Y te enviaré mi canción:
Se canta lo que se pierde.
Con un papagayo verde
Que la diga en tu balcón
Antonio Machado.
Apreté tus manos dentro de las mías
Me quemó la frialdad de tu sangre
Ya en retirada.
Te toqué la frente ya quieta
Todavía con las mismas arrugas
Que marcaban tus años
Como los anillos de los
Árboles milenarios.
Tus ojos, témpanos a la deriva.
La tibieza de tus manos
De aquellas tardes de televisión
En tu compañía.
Aquellas caricias sobre mi pelo
Dormido, en las siestas a la vuelta
Del trabajo.
Los adioses que me llegaban como
Palomas que brotaran de tu
Alféizar, muy de mañana.
Todos estos recuerdos sumergidos
En piedra como cualquier libélula
Bañada en el pleistoceno por una
Gota de ámbar.
Toda la película de tu vida desde
Que te pude distinguir y oler
Quedó velada cuando me quemé
Entre la frialdad de tus manos.
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de octubre de 2017 a las 20:27
- Comentario del autor sobre el poema: Recuerdo de mi madre cuando le dije adiós por última vez.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 87
- Usuarios favoritos de este poema: Jose Adolfo
Comentarios2
Muy hermoso poema que me ha encantado leerte. Un abrazo amigo.
Gracias.
Aún tibias / desandan nuestros sueños / aunque la frialdad se la tragó el tiempo poeta
Se canta a lo que se pierde...
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