No me busques entre sábanas de seda
ni en acolchadas almohadas.
Ni en la espuma de la bañera
ni en la penumbra de las velas.
No me busques en dulces besos
ni en caricias apasionadas.
Ni en románticas palabras
suavemente susurradas.
No estaré ahí...
Búscame en bares de mala muerte
de los que huelen a whisky de garrafa.
en los callejones oscuros,
en el asiento trasero del coche.
Búscame en medio de la noche
mientras acaricias tus pechos.
En los sueños prohibidos,
en la humedad de tus bragas.
Búscame en los azotes,
en el fuego de tus nalgas.
En la lengua que te lame,
en las ásperas manos apretándote.
Búscame en palabras obscenas
en miradas que te arrancan la blusa.
En las cuerdas de tus muñecas,
en los barrotes del cabecero de la cama.
Búscame en el colchón hecho añicos,
en las medias rotas,
en la falda levantada.
Búscame a gritos
al llegar la mañana,
cuando estés sola y excitada.
- Autor: carlos obeso ( Offline)
- Publicado: 31 de octubre de 2017 a las 17:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 155
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, Rouse Arriaga, Douglas Landaeta T., B. Wayne
Comentarios4
Muy bien.
Me ha gustado mucho.
En ocasiones somos demasiados melosos con las palabras. Es buscar el amor en lo real, en lo profundo, en el grito, en el desgarro, en lo prohibido.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo
Sobre todo en lo prohibido. Muchas gracias por entender estos versos
Inequívocos hallazgos de la carne hecha poesía
Acaricias, la trastienda, y acudes a la vulnerabilidad de lo prohibido , tu morbo lo disfruta, inesperado y realista tu poema, tal vez la mente, necesite huir de lo convencional, me agrado, como lo desarrollaste, cariños para ti.-
Muy bueno, crudo sin caer lo vulgar.
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