Mi cuerpo debajo de las sabanas se encontraba ardiente como el infierno,
Pues tú me hacías arder sin haber tomado el sol en invierno,
Estaba desnuda ante ti, en cuerpo y alma,
Mi corazón latia y latia que sentía que se iba a salir pues ya había perdido la calma,
Y mis cabellos despeinados, se encontraban adheridos a mi cara,
Pues todo estaba lleno de gotas saladas a las que sudor llamaban,
De mis labios solo salían gemidos entrecortados y mi cara estaba roja como una manzana jugosa,
La melodía tan jocosa solo me hacía vacilar en la cama,
Tu miel sobre mis pechos yacía, tan espesa y pegajosa,
Tus manos recorrían mi cuerpo comenzando por mi cuello hasta llegar a mi rosa,
Mi estómago se contraía de tanto amor, pues mi manos te acariaban con fervor,
Tu boca hacía callar mi desesperación y entre beso y beso empeoraba la situación,
Sin embargo, me hacías sentir amada como rosa en temporada o abeja alborotada en primavera de Japón.
-
Autor:
Michelly (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 3 de noviembre de 2017 a las 00:24
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: Herida, Thalia Rodríguez
Comentarios2
Interesante
Necesito una mujer como tú.
Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.