Empieza a oscurecer,
la tarde se va despacio,
miro el cielo coloreado,
anunciando el ocaso.
Las aves surcan el cielo,
En los arboles sonidos,
antes que caiga la noche,
buscan de prisa su nido.
El sol se va ocultando,
hace brillar mi cabaña,
esa tenue luz que deja,
cayendo tras la montaña,
Escucho diversos sonidos,
animales que van buscando,
el refugio tras la noche,
pues otros están asechando.
Sentados en un tronco,
mi perro y yo despedimos,
a un día más en el campo,
un día que juntos vivimos,
Mi amigo se alegra,
al escuchar los sonidos,
de aves, monos y ardillas,
lo anuncia con sus aullidos.
Le acaricio la cabeza,
con gracia mueve su rabo,
agradeciendo mi gesto,
mi perro fiel y chineado.
Caminamos hacia el rancho,
la cena a preparar,
pues la noche está cayendo,
y nos llama descansar.
Despedimos la tarde,
es de noche el sol marchó,
bajo la luz de una vela,
juntos mi perro y yo.
J.Moscoso.
Derechos de autor reservados.
José Antonio Moscoso Vega.
Costa Rica, Puntarenas, Corredores.
02 de noviembre 2017.
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Autor:
J.Moscoso (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 3 de noviembre de 2017 a las 13:45
- Comentario del autor sobre el poema: De mi niñez y juventud, recuerdos de ese campo que llevo en el alma.
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Rosita de Mendoza
Offline)
Comentarios2
Preciosa descripción de la vida de campo. Un saludo cordial.
Gracias Rosita... Bendiciones.
Bello, bucólico poema. Muy lindas letras mi amigo, un abrazo.
Gracias amigo, admiro el estilo de tus poemas, así como las ideas que expresan. bendiciones.
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