Todas las especies, recogen y asimilan aquella información
esencial para su supervivencia. El águila, cuenta con una
poderosa visión de lejos, para detectar a sus presas desde
la altura.
En Eslovenia, vive una singular salamandra de piel blanca
que carece de ojos, conocida como el "pez humano", no los
necesita, puesto que habita en las profundidades subterráneas
sin luz alguna.
Solo si descartamos la información que no necesitamos,
lograremos centrar nuestra atención en aquello que nos es
vital. En cambio, si nuestro cerebro recibe una lluvia de
estímulos constantes, corremos el riesgo, de ahogarnos en
un mar de información que seremos incapaces de gestionar.
Podemos entrar en estado de estrés, ante la sobrecarga
intelectual, padeciendo confusión mental, angustia o incluso
miedo a colapso.
No necesitamos, estar al día de todo, o saber lo que hacen
otras personas en cada momento para llevar una vida con
sentido.
Comentarios3
De acuerdo contigo.
Saludos.
Tanta información colapsa, tanta información que en muchas
ocasiones es falsa y sin rigor.
El exceso es dañino en todos los órdenes
de la vida.
Estoy muy de acuerdo con lo que has escrito.
Mejor y más inteligente es seleccionar
lo que nos interesa.
Un abrazo
Así suele ser. Debemos actuar de forma selectiva eliminando aquella que no sea de nuestro interés.
Un saludo
Emilio:
"...Yo vivo con los pies bien puestos en la tierra, no me puedo permitir literatura ni retórica ni nada que se le parezca, mi horizonte es el día a día, los afectos con mi familia y compañeros de turno, ese es mi mundo, insustancial para algunos pero verdadero para mi y para quienes me quieren y yo los quiero..."
Saludos afectuosos
Hola Tokki, por supuesto que es muy loable tu postura, lo importante es conceder valores a las acciones que nos ayudan a seguir adelante estando satisfechos con nuestras acciones.
Un saludo
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