Viviendo el día a día, peleando con mis demonios.
Intentando ir adelante sin causar daños a nadie.
Liberando lucha interna con mis defectos, a diario.
Me torturo, me desgarro, culpo de mis decisiones,
Con un rigor implacable, Solo a mí y a nadie más.
Navego por este mundo arrastrando mil defectos.
Víctima de mis errores y rehén de mis aciertos.
Reconozcome incapaz de resultar victorioso
En este valle de lágrimas en que me tocó vivir.
Son demasiados demonios que me tienen atrapado.
Hay días en que me levanto con la firme decisión
Para salir adelante y no recular jamás.
Sin embargo hay otros días que me siento diferente:
Pensativo, con tristeza, reflexivo en mi vivir.
Y a mi mente atraigo ideas y deseos de morir.
De abandonar este mundo, de terminar con mi vida,
De mandar todo al demonio y de dejar de hacerles daño
A los seres que me quieren y me demuestran amor,
Porque solo con mis actos y sin haber intensiones
La forma de hacer mi vida va causando destrucción.
Tengo mi conciencia limpia y en mi corazón… amor,
Más la flaqueza me alcanza en más de alguna ocasión.
Quiero terminar con esto, pero me falta valor
Para quitarme la vida, ¡ayuda imploro señor!
- Autor: Amigo de la luna (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de noviembre de 2017 a las 13:04
- Comentario del autor sobre el poema: Uno de tantos malos momentos de vida que estoy experimentando actualmente, gracias por leerlo.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 35
Comentarios1
hermano, cada día morimos, y cada día renacemos. La batalla que tenemos a diario, es la de ganarle a nuestros demonios. La ventaja es que sabemos que están ahí y que están contados e identificados.
Muchas gracias por tus alentadores comentarios amigo Acv2cordero, recibe un gran saludo desde la ciudad mas colonial de México: ZACATECAS
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