Emblemas de otros mundos, diques, sobre un plafón que emite cuerpos, asume algún riego, orbes también, para manifestarse.
Aulla el gemido de la luz entre esferas astrológicas.
Se presiente que acaso vaya alzándose la tierra en vista de aquellas tempestades profetizadas, pero qué preguntarle a los dioses cuando aún no se ha nacido.
Eslabón hallado entre desperdicios no cuenta para sumar adeptos.
Más allá del tiempo y los valles que oscilan, ennegrecidos, habrá esa figura que lidere
de acuerdo a preceptos que hoy están
fuera de uso
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Autor:
Albin Lainez (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 5 de noviembre de 2017 a las 11:23
- Comentario del autor sobre el poema: la mano corre a su antojo
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 13
Offline)
Comentarios1
*Leído.
Saludos.
saludos Wayne, gracias
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