Muchas gracias por permitirme compartir con ustedes, estas pinceladas.
Este año ya está próximo a culminar y en lo personal tengo motivos más que suficientes, para querer que se termine.
No voy a quejarme de lo duro que ha sido para mi este 2017, porque estoy segura que hay miles, por no decir millones de personas, que la han pasado, o la están pasando peor.
Quiero darle primeramente gracias a Dios por mantenerme en pie y no dejar que me derrumbe, y también pedirle perdón por todas las veces que me he quejado.
Vengo de un país donde todos eramos felices y no lo sabiamos, donde viví feliz la mayor parte de mi vida, al que le entregué mis mejores años, pero también un país donde mi integridad física fue violentada varias veces hasta el punto de tener que abandonarlo.
Hace quince (15) años que no piso mi país, (Venezuela) se dice y escribe fácil, pero es una de las cosas más dolorosas que le puede pasar a un ser humano sensible.
No me ha quedado otra opción de vida, si no la de aprender a vivir de los recuerdos bonitos.
El dolor que ha causado la ausencia en estos quince (15) años sigue intacto.
Llevo muchas Navidades y cumpleaños lejos de los míos, familiares muy queridos que hoy ya no están, son tantas cosas que han pasado que es mejor no recordar.
Sin embargo, mi corazón y conciencia mantienen en alto la bandera de la humildad, las palabras rencor, o resentimiento están borradas para siempre de mi vocabulario.
María B Nuñez
Noviembre /04/2017
- Autor: Barven (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de noviembre de 2017 a las 02:35
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, *Artemisa*, yosoyelquesoysiempre
Comentarios3
No sabes cuánto te comprendo.
Dejé Venezuela en el lejano 1998.
Dolorosa y desgarradora es la distancia.
Que gran verdad cuando manifiestas que "vivíamos felices" no lo sabíamos.
En agosto, el 7 murió mi madre y no pude ir a su funeral ni compartir el dolor de su ausencia con mi padre, hermanos, familia en general. Duele sí, duele mucho.
Soy hombre de fe y oro todos los días por nuestra martirizada patria. Quiero pensar que todo lo que está sucediendo, es el preludio de un nuevo amanecer, un cambio profundo en positivo.
Te leo y no puedo enitar conmoverme. Lo has expresado bellamente. Como tú, también digo: las palabras rencor y resentimiento las he borrado demm vocabulario.
Un fuerte abrazo de otro venezolano en la diáspora.
Kavi
Aqui estamos y aqui seguimos querida amiga sobreviviendo antes las adversidades luchando con esperanzas...con preocupaciones con desvelos por ver si mañana tenemos algo q comer...sin medicinas viviendo calamidades muchos de los que aun seguimos aqui nos mantenemos porque aun guardamos las esperanza de que este horror termine algun dia...
Cuanto dolor siento al leerles mi grandes amig@s el dlor que vive una hermosa tierra de bellas mujeres es hoy día gobernado por un hato de salvajes egocéntricos y ruínes que han llevado a un país próspero y valeroso a la ruina total, en mi país estan cobijados miles y ,miles de venezolanos que a diario y por todas partes estan tratando de ganarse la vida para ayudar a sus familias y yo con mucho cariño y alegría los ayudo en lo que puedo. ojalá pronto haya un nuevo amanecer para el hermoso pueblo venezolano.
Con mucho aprecio
JAVIER SOLÍS
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