Aquí me hallo sentado en un lecho frío.
Aquí me hallo pensando si hoy comeré
o permaneceré en el mismo ayuno de los
últimos días.
Aquí me hallo a la intemperie de una vida
varada sobre un arenoso bajío de tristeza.
Sobre este lecho de piedra desde el que
me pronuncio, me dispongo a revelarme
a la suerte que me ha tocado en gracia.
Aquí me levanto de este destino pétreo
para prender la cañaheja prometeica y
revelarme contra la fuerza del océano
que me inunda.
Antes voy a acicalarme para presentar
un aspecto decente a mi nueva vida.
Antes voy a lanzar al olvido toda la
hojarasca que me ha servido de triste
abrigo.
Antes voy a enterrar a la tristeza que
me ha acompañado como perra fiel.
A Dios pongo por testigo que nunca
pasaré hambre, otra vez...
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de noviembre de 2017 a las 20:26
- Comentario del autor sobre el poema: Revolverse ante el destino que decide sumirte en infinito e irreversible abismo.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor
Comentarios3
La fuerza de voluntad es imprescindible en la vida del hombre. Un gusto visitar su espacio Alberto. Saludos cordiales.
Gracias por tus palabras y tu presencia. Sé bienvenido.
Es posible que el hombre profundice su desequilibrio generación tras generación.
Saludos afectuosos
No solo heredamos los genes, también los memes. Saludos amigo.
Escelente poeta / gracias por compartir tan elocuente palabra
Gracias por tus halagos, estimado amigo. Un abrazo.
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