Libre como ave que lleva el viento,
sin preocupaciones o miedo al sueño eterno,
mi cuerpo cansado debe parar,
cerrar los ojos y descansar.
Más la batalla de cada día continúa,
continúa el tormento con cada arruga,
la necesidad de parar es indescriptible,
ojos cierran, boca calla y todo se apaga.
Una vez más sumergida en el sueño,
del cuál me encataría ser preso eterno,
dormir y olvidar, olvidar y dormir,
te espero con ansias de noche,
mi querido tormento.
ELENA HAKKINEN
- Autor: Elena Nikkinen ( Offline)
- Publicado: 12 de septiembre de 2018 a las 21:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Fernando?, Elena Nikkinen
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