¿Si te compro?

¿Si te compro una rosa?

¿Qué te parece esa que está marchita

De un pútrido rubí?

Sin dudas refleja lo más sincero de tu sentir.

¿Si te compro un corazón?

Aunque es mejor dárselo al Hombre de Hojalata.

Tal vez este personaje sienta mayor emoción.

¿Si te compro un abrigo?

Pronto salen los fríos vientos del verano. Sí verano.

Porque donde tú camines así de frío será ese lugar.

¿Si te compro un cuento de hadas?

Una reseña fantasmagórica mece en la parca.

Aunque tendría más ilusiones que tu entonación.

¿Si te compro un poco de sinceridad?

Sé que parece burdo lo que te acabo de proponer.

Hasta a Pinocho mintiendo me es más fácil de creer.

¿Si te compro una isla perdida en el mar?

Tal vez algunos crean que esto va a solucionar,

Un trozo de poema que acabo de labrar.

Mas pobrecita la tierra pura que tu piel habrá de tocar.

¿Si te compro la entrada al cielo?

Habrá que encontrar un sacerdote incierto,

Puesto que no cualquiera condenaría un sacro estamento.

¿Y si te compro un minuto de tu vida?

Sé que suena contradictorio,

Pero así sabré que te irás de cuclillas.

¿Si una persona una indulgencia me llegara a donar?

No podría utilizarla contigo,

Simplemente el gesto sería desperdiciar.

¿Si te compro un adiós?

Tal vez estas palabras no tengan perdón de Dios,

Mas me aseguro que lo sepas,

Lo conjuro en una tuya canción.