Si algún día muero
en lo más agreste del otoño,
pensad que allí...
donde mi cuerpo herido late
en innoble sepultura,
la Amapola se desata
en prisión advenediza...
desbocada extrañamente
en los campos
de belleza,
por la ausencia
insoslayable...
de la tenue
desmemoria
de sus labios.
Y aún así...
en la tarde desnudada
de caricia,
se deshace enrarecida
de pudores...
entre pétalos
isomnes
de amargura,
por la gracia...
descuidada
de su abrazo.
P.D.: A Thomas de Quincey (1785-1859), autor inglés...
quien fue uno de los artistas pioneros en reconocer
su adicción al opio, y luchó toda su vida por desengancharse
de tal adicción.
- Autor: pani ( Offline)
- Publicado: 10 de noviembre de 2017 a las 12:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: pani, David Arthur
Comentarios3
...de alguna forma, y desde algun intangible rincon el maestro aplaude esta excelencia de verso...
Saludos poeta...
MUCHAS GRACIAS... MI NOBLE AMIGO...
La búsqueda de sensaciones ha sido el camino de muchos creativos.
Pero esa musa malvada, toma la vida en el espejismo del talento.
Es larga la lista de artistas, en el laberinto de la adicción.
Un saludo
Esteban
....la Amapola se desata
en prisión advenediza...
la Amapola se desata
en prisión advenediza...amapolas por los que no regresaron hoy en Londres.
Hermoso homenaje a de Qunicey.
Saludos Pani
Hermoso
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