Protegido por su soledad deseada
Escribe el poeta desde su fortaleza
Y demuestra de su sangre la limpieza
Sin renunciar a su nariz tan castigada.
Don Francisco sin motivo le envidiáis
Vos que sois a vuestro modo inigualable
Dejad a este culterano que nos hable
Al final ambos con vuestra parla triunfáis.
Hubo un siglo de oro
Ese codiciádo metal
Por fortuna tan escaso.
Cada poeta tenía su coro
Y su marcha fúnebre o triunfal
Que pena, no es mi caso.
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 14 de noviembre de 2017 a las 15:38
- Comentario del autor sobre el poema: Este humor es raro pero es que Quevedo era raro, y la tomó por burlarse de Góngora que tenía una nariz exagerada, por ello Quevedo en un poema dice, era un hombre a una nariz pegado, le dio tanta murga a Góngora que éste se fue a Córdoba donde pasó el resto de su vida.
- Categoría: Humor
- Lecturas: 84
Comentarios2
Precioso. Excelencia en cada vero. Un saludo cordial
Rosita de mendoza, me gustan estos dos poetas pero es increíble el odio entre ellos en un acto en memoria de ambos, le comente al orador lo del odio. Me dejó perplejo me dijo Quevedo era un gran poeta pero también un hijo de pu
Nunca olvidare esa respuesta saludos hasta pronto.
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