Mañana clara, llena de rumores
de pájaros, el aire como pocas veces
tenía esa identidad..., casi tangible
respiraba y el aire
se venía a mí
en una profunda comunión.
Los colores de todas las cosas
me parecieron justos, definitivos
todas y cada una de esas cosas
tenían color, hasta la más oscura sombra
impresionó la mirada.
Todo hizo que fuera apreciado
expandí mi ser, hasta confundirlo todo
en una apoteosis
como nunca hube experimentado.
Sorprendida, te acercaste a mí
y en tus ojos, comprendí
qué poco, me quedaba por vivir.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de noviembre de 2017 a las 09:34
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: Bambú, El Hombre de la Rosa, anbel
Comentarios6
Certezas de los colores / comprensión final poeta / Saludos / Exquisita melodía
Descubrir, la intensidad de las cosas, es un estado de epifanía emocional, que pocas veces se me ha dado.
La primera vez, fue durante una tarde de fiebre, acurrucado en el regazo de mi madre.
La segunda, tomando un café, su aroma y sabor, me parecieron sobrenaturales..., me dió certeza que aún estaba con vida.
Un abrazo
Esteban
al sentir el beso caricia de la amada / renacen las memorias / volvemos a la vida Esteban
Sin dudas, son actos que movilizan la maquinaria humana, pero esas epifanías de los sentidos, van más profundo y solo abarcan los terrenos de la mente, más allá de la realidad circunstancial.
Esteban
Esteban / correcto / son Manifestaciones / sólo perceptibles al silencio de esos bullicios que retozan en la madurez de lo vivido
Señor Pertinaz, usted siempre con sus urgencias concretas, la vida es un metro de goma, no es exacto y todo depende de la tensión de quién lo mide.
Y concuerdo con José Adolfo, las percepciones en el ser humano, dependen, no de un patrón universal, mas bién de esa madurez de los sentidos, esculpido a travez del tiempo y experiencias.
Esteban
Qué belleza de poema.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo.
Esteban
El poema las merece
Una mirada cambia toda la realidad del espacio y una mañana clara despertó la belleza impoluta del aire en la naturaleza. Bello, bello despertar, pero no anuncies el final por favor.
Un abrazo amigo.
Gracias Beatriz, hay momentos, pocos en la vida, que sentimos esa epifanía que nos une a los ideales deseados o intuídos. En ese contexto, es que pienso sobre lo efímero del vivir, sobre todo en la intensidad de la sensación descripta en el texto.
Como le dije a otro amigo, más arriba, fueron tan pocas las situaciones de plenitud a lo largo de la vida... y enumeré las dos primeras, una con mi madre (una tarde de fiebre, acurrucado en su regazo) y la segunda, mientras tomaba un café, en la que el aroma y sabor, me dió certeza de que estaba vivo.
Seguramente pensarás, en que tuve otras cosas magníficas, que no traigo a colación, por supuesto que las hubo, pero solo me refiero a las primarias, las más intimas en las que no intervienen la materialidad del cuerpo ni los deseos.
Solo la intimidad personal y los sentidos, respecto al entorno.
En este contexto, saber que voy a morir, es el principio de la historia, o saber el por qué de la misma.
Un abrazo deseándote las más hermosas epifanías.
Esteban
Un hermoso poema y genial poema surrealista estimado Esteban
Saludos de amistad
El Hombre de la Rosa
Los que hemos transitado los caminos del pensamiento, sabemos de esos momentos de ideales confortantes y de su efímera posibilidad.
Eso nos ayuda a ese enamoramiento con la vida y sus peculiaridades.
Un abrazo fraterno.
Esteban
Quizás, quizás, quizás
Saludos afectuosos
Todo es condicional, todo depende de tantas cosas...
Un saludo fraterno
Esteban
Precioso. Poco o mucho...pero vivir intensamente. Un besiño.
En eso radica el secreto de vivir.
El mejor saludo.
Esteban
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