La tarde quema
sus primeros retoños,
y te devuelve intacta.
Regresas con restos de sol
sobre el cabello.
Vas llegando despacio,
con la sed de un beso
retratada en los ojos.
El día se difumina
y las bocas se persiguen.
En tu pecho canta un ave
que me envuelve con su voz.
- Autor: A. Martinez ( Offline)
- Publicado: 15 de noviembre de 2017 a las 20:18
- Categoría: Amor
- Lecturas: 22
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.