Muy de mañana
me despertó una visión.
Tal si fuere estrella fugaz
cruzó mi vista una exhalación
iluminada de tal guisa
que aemejóse una aparición.
De un brinco me alzé
para darle prendimiento
más susodicho evento
devino esperpento.
Por más que me empeñaba
menor la recompensa.
Las chiribitas que se avecinaban
apenas un destello resultaban,
luciérnagas danzando en lo oscuro
cual cifra y número de un conjuro.
Ante la comprensión del bulo
que tuvo lugar
volví al arrobo primordial
de los brazos de Morfeo
cual fuere rabino hebreo
fulminado tras divino despertar.
Proseguí la trama del sueño
como si nada hubiera pasado.
planteamiento, nudo y desenlace
desgranando tan dulce desvelo
con la fragancia de horneado pan.
La claridad inunda mi rudo semblante
bañándolo en zumo de rojo pacharán,
las crónicas de la noche hablarán
dejando testimonio Dios mediante
al tenor de la madrugadora visión
que interrumpida y sedante
devino vana ilusión
bajo mi plena ceguera pensante
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de noviembre de 2017 a las 20:58
- Comentario del autor sobre el poema: La mente no descansa de madrugada, procurando escenario a sus fantasmas.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 67
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L
Comentarios2
Un tanto "Intrigo linguis"
Saludos afectuosos
Sí. Es verdad! Sin haberlo pensado...
Viajera incansable, receptora de imágenes unas bellas, otras menos bellas, pero que al final nos dejan un sabor dulce o amargo, la mente, los sueños al final encantadores, toda una aventura. Placer de lectura Alberto.
Saludos, feliz día.
Gracias. Saludos.
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