Mi estado lamentable de memoria
me ìmpide recordar si este envío
te lo envié ya ayer, cual un navío
cargado de entrañables mil historias
Intento recordar y en una noria
convierte a mi cabeza el desafío
transformando los recuerdos en un río
por donde fluye en desorden la memoria
Torrente de recuerdos que, agitados,
acuden inclementes, sin dar tregua
Y azarosos, cual juego de los dados,
Vienen y van. Son barcos en el agua
de un mar que con ira es agitado
como por Dios, golpeando en una fragua
Comentarios1
Lindo soneto. Saludos.
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