Soltaron perdices los pastos secos
temblaron un rato desperdigadas por el estruendo
y entre las matas, los pasos cínicos del miedo
avanzaron voraces cubriendo de sangre sus atuendos.
La ruta se hizo un riacho de nieblas,
la herida crujió en su costado,
la luz de los focos alumbraban de a ratos,
y melodías acompañaron las tinieblas
de su almidonado cuerpo perforado.
Su último quejido de ojos abiertos
tierno de diminutos alaridos,
depositó en mis oídos viejos
un sordo adiós de agradecimiento
y mis manos ya no pudieron
sentir el algodón de su pequeño cuerpo
sólo la calidez de su angelical instinto materno.
Fuiste querida Dolly
el monumento a la compañía en silencio
la defensora de cada rincón del hogar y mas que eso,
el mensaje permanente de una calesita de plaza
repleta de seres pequeños
siempre dispuesta a ofrendarte con el corazón lleno
cual sortija de amor,
regazo de cuatra patas,
en cada día de lo que resta no te podré olvidar.
RESERVA DE DERECHOS POR JOSE MEMIJOS
- Autor: José Memijos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de mayo de 2010 a las 00:05
- Comentario del autor sobre el poema: Sin palabras.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 275
- Usuarios favoritos de este poema: Blancalina
Comentarios6
• grato, es haber pasado por aquí, y poder deleitarme en tu poema..
recibe mis elogios...
Kalita.
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MUY BUEN POEMA
TE FELICITO
ABRAZO GRANDE
Lindas lineas compartidas hoy con todos nosotros.
te felicito.
saluditossss
exelente poema.
besos=)
un poema muy triste , esa Dolly que ya no está y tú la inmortalizas con tus versos
Un abrazo
Gracias amiga o amigo -no se descubre en tu escaso perfil- por tu tiempo que se detuvo un instante en mi poema. He leido tres de los tuyos antes de este agradecimiento y veo qué tienen un contenido tan tierno y esprolijo, como lo es sin dudas el amor que tratas de sacar de tu alma. Hasta el próximo fortuito encuentro.
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