Que brutalidad la del poeta,
que deshojando margaritas
una vez piensa,
¿habré errado rompiendo la cabeza?.
Detrás de cada silencio
crece como por arte de magia
la esperanza de la cura
y el loco no entiende
ni entiende el cuerdo que pregunta.
"Haberse visto alguna vez
la solución a mis problemas",
el cuerdo que responde con asombrosa respuesta y
el loco no deja duda alguna de su incongruencia.
Sí, el barro en donde estaba era mi hastío
y al salir de ellos me encontré más inseguro;
¿de donde vengo y a donde voy?.
¿Haber errado era una opción
o la acción correcta?.
Hoy pasan los años con sus minutos y segundos
y en su barro me encuentro cargado de preguntas.
¿Habré encontrado lo que buscaba
dando un solo paso hacia la aventura?.
Detrás de cada silencio
crece como magia
la esperanza de la cura
y el cuerdo tampoco entiende
ni entiende el loco que pregunta.
Yo deduzco que no tiene más culpa el loco que el sano
ni la aventura que la desventura
ni el pobre ni el rico
ni la duda ni la pregunta
ni el que desarma lo armado
ni el que ordena o el que cambia de lugar.
Que todo estaba en orden y ha de desordenarse es verdad
porque de otra forma no habría quien me trate
ni defecto en mi figura.
¡Oh! ¡algún día!,
¿¡quizás me asuste de mi propia sombra!?;
No habrá duda alguna seré otra margarita
y un tonto niño esperanzado en su inocencia
hará idea su sueño de torcer a la luna,
esperará el sol y como caracol hambriento
se deshará con mi sombra.
- Autor: Danilo D ( Offline)
- Publicado: 18 de noviembre de 2017 a las 19:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: Alberto Escobar
Comentarios1
Triste y a su vez vigorizante. Me fascina Dan!
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