Di cuando me conociste
si la madrugada estaba gélida.
La aurora estaba flamante
cuándo saliste a saludar,
admirando las nubes grises,
viendo yo la oscuridad.
El rosal estaba .. lúcido
cuándo te fuí a procrámar.
No te observé bien de cerca
y me puse a memorar.
Ese anochecer de llovizna
que admirábamos del cielo.
Abríendose las grises nubes
felices, recibiéndonos.
Leí esa noche bellos versos
en el ricón de mi habitación.
Ahora escribo con cellisca.
Nuestras flores, el clamor.
Autora
María Luisa
- Autor: Corina55 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de noviembre de 2017 a las 20:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 157
- Usuarios favoritos de este poema: Verso&prosa
Comentarios1
María Luisa desde Curri te saludo, muy bonito tu poema, amor y nostalgia que se juntan y sensibilizan tu alma. Gusto en leerte, mi saludo de amistad para ti.
Gracias Fario por leerme. Saludos cordiales
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