Modelé tu figura con mis manos
en la tórrida arcilla de tu lecho,
te investí de unos versos encendidos
con mi propio aliento
y tejí tus cabellos con mis dedos,
esculpí tu cuerpo
con el ígneo cincel de mi deseo
moldeando el tiempo.
Arranqué al arco iris sus colores
por pintar tus ojos
y mordí la manzana de tu sexo
incendiando el cielo,
ignoré los avisos de los dioses
y de los infiernos
y dejé a la serpiente tentadora
abrazar mi cuerpo.
Mas te quise dar vida y te di muerte
como un cruel Saturno
devorando tus carnes maceradas
por mi necio orgullo.
Me llegué a creer dios
y sin embargo
no he llegado ni a ser
un pobre diablo.
- Autor: Jose Luis Posa Lozano ( Offline)
- Publicado: 24 de noviembre de 2017 a las 07:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Héctor Martínez Sanz, Martín Raviolo
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