Amanece mi alma contemplando el lejano horizonte,
mis ojos paralizados entre niebla,
en quieto esfuerzo, agitados,
anhelan tu sonrisa.
Mis manos,
ya cansadas de buscarte,
ofrecen al viento una suave caricia, desplazándose hacia abajo caen rendidas.
Vuelvo en sí,
desplegando un silencioso grito
desde el fondo de mi alma,
que dice, que con todas sus fuerzas,
te ama.
Que me duele la vida,
que no dejes apagar esta llama,
que me arrancas el corazón,
que sin ti soy nada.
Amanece y mi alma sigue triste,
enmudecida, con sus ojos llenos de lágrimas, y eres tú el pensamiento bonito que le acompaña.
- Autor: Nancy (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de noviembre de 2017 a las 09:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: neosan, Viento de amor
Comentarios1
Triste tus letras pero muy significativas. En la vida se sufre mucho al amar pero también se aprende grandes lecciones de amor. Un placer leer tus letras, poetisa, amiga.
Que tengas un feliz inicio de semana, ojalá pronto volvamos a compartir nuestros sentires del alma.
Con el afecto de siempre.
Mallito
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