Ese que conduce orgulloso el todo-terreno,
hasta ayer pobre y descalzo andaba,
ayunó, no comía más bien devoraba,
y cuanto mendigaba le parecía bueno.
Hoy avispado ha sabido abrirse camino,
sin haber estudiado en la universidad,
ha aprendido del rico a vivir sin caridad,
y ya está rollizo como un buen porcino.
Nada desde entonces ha cambiado,
desde Don Francisco de Quevédo,
salvo la suerte y la desigual fortuna.
Todo depende de los hados,
a ellos, si hay que tenerles miedo,
salvo que te arrimes a una buena cuna.
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 24 de noviembre de 2017 a las 16:10
- Comentario del autor sobre el poema: Surrealista si, porque el hecho de ser de familia rica o con títulos era suficiente para triunfar en la vida, los estudios y los sacrificios no valían nada, nuestra historia está llena de hombres y mujeres que después de haberse sorbido los sesos estudiando apenas salieron de la pobreza.
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Alberto Escobar
Comentarios3
Buen soneto amigo, incluido su moraleja...Saludos
Roberto santamaria, no hay poeta que sea siempre justo. A Quevedo le perjudico el odio que sentía por otro genio de la poesía este era el genial cordobés gongora.un fraternal abrazo.
La libertad
La libertad se dice, nació en Francia,
donde fue necesario degollar al monarca,
se inventó la guillotina en pre de la parca,
y los burgueses se sintieron reyes con prestancia.
En el fondo todos aspiramos a ser superiores,
nadie se conforma con ser soldado de a pie,
pero nadie está preparado para dar un traspié,
como a veces ocurre incluso a los mejores.
Es más fácil pasar de rico a pobre,
y de una choza a un palacio,
y de ser feo a ser muy bello.
Es probable que carezca y no te sobre,
la suerte honrada viene despacio,
no quieras toda la luz confórmate con un destello.
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