A todo el mundo, le ha sucedido alguna vez. Intentamos
hacer algo por los demás, y recibimos una respuesta
airada, o incluso interpretan que buscamos sacar algún
beneficio.
Ante este tipo de situaciones, tan solo cabe pensar, que
cada persona se haya en un grado diferente de evolución
espiritual, dando solo aquello de lo que es capaz.
En cualquier caso, la persona genuinamente amable, no
espera nada a cambio, ni se ofende por no haber obtenido
reconocimiento, o un trato equivalente.
La amabilidad, no es un comercio del tipo " yo te doy esto,
tú me das aquello".La transacción emocional, termina en
uno mismo, por tener en la buena acción su propia recompensa.
Comentarios3
Muy bien dicho. Eso nos ha pasado a todos. Tratamos de hacer algo bueno por alguien y recibimos palabras de desprecio. Sin embargo, lamentamos que haya gente que se sienta así y nosotros no estamos dispuestos a cambiar solo porque alguien no entendió nuestra buena intención. Bello pensamiento, y muy cierto. Saludos.
Hola me alegra conocer tu punto de vista al respecto. Tienes razón, hay que mantenerse ubicado en los ideales inculcados en nuestra persona. Si existe algún cambio debería ser el de esas personas que no entienden o no quieren entender lo que significa obrar por altruismo.
Un saludo
Me gusta mucho esta reflexión.
Un saludo
Gracias
Un saludo
Hasta Jesús se enojó.
Saludos
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